La salud debe ocupar un papel importante en el colegio de nuestros hijos, tanto en la generación de un entorno saludable que favorezca el desarrollo de los niños -más todavía de aquellos con enfermedades o problemas de salud-, como en la educación sobre hábitos y estilos saludables de vida.
Nuestra sociedad moderna demanda cada vez más la presencia en el colegio de personal sanitario especializado con capacidad de velar por su salud, llevar un control evolutivo de sus enfermedades, especialmente en su interrelación con los factores escolares, ser punto de referencia de los padres y de los profesores en esta importante materia, y colaborar con las autoridades sanitarias en el desarrollo de actividades preventivas.
La presencia de profesionales sanitarios en los colegios se ha impuesto claramente en los países más desarrollados, tanto en Europa, como en EE.UU. centrados en la figura de la enfermera escolar, en estrecha coordinación con una dirección médica.
Esta presencia es considerada un punto fundamental en la evaluación de un colegio que aspira a la excelencia. En España son cada vez más los colegios que apuestan por esta importante mejora.
En el informe “Los 100 mejores colegios de España”, publicado por el periódico El Mundo, la presencia de un profesional sanitario en el colegio se valora como un criterio de excelencia.
En los centros escolares existe una importante demanda asistencial que requiere la participación de personal especializado.
Dolores de diversos tipos, y traumatismos (contusiones, heridas, esguinces), generan una necesidad asistencial cotidiana. Según nuestros datos, sólo el 0,78% de estas atenciones requirieron traslado a centros concertados, en gran medida gracias a la presencia del profesional sanitario.
Un 7,3% de los niños de infantil y primaria necesitan la administración de medicación durante el horario escolar.
La enfermera se encarga de la revisión de las pautas establecidas por los médicos, la conservación de la medicación en las condiciones requeridas y la administración personal de los medicamentos.
La figura de una enfermera escolar integrada en la dinámica diaria del colegio es clave para una correcta atención de esta demanda.
Su rol como enlace entre profesores, familias y personal médico especializado y punto de referencia sanitario en el centro aporta un gran valor para la generación de un entorno favorable para el desarrollo de personas y la promoción de hábitos y estilos saludables de vida.
El 39,6% de los escolares refiere algún problema e salud crónico que es necesario conocer y estar capacitado para su atención en caso de necesidad durante el horario escolar. Las alergias, el asma y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) son las enfermedades más prevalentes en cuanto a diagnósticos conocidos. Las alergias suponen un 41% de los problemas de salud. Muchas de estas alergias han derivado en problemas de asma, enfermedad potencialmente grave, que afecta a un 17%. En tercer lugar en cuanto a prevalencia aparece el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), que afecta a un 14% de los escolares. Hay otras muchas enfermedades que, globalmente consideradas, afectan a muchos niños, desde hemocromatosis, hasta epilepsia, pasando por diabetes, otitis crónicas, inmunodeficiencias, cardiopatías, hipotonía muscular, alteraciones del sueño, problemas musculoesqueléticos, etc.
Muchas de estas enfermedades requieren un análisis de cómo repercuten en ellas las actividades escolares, y las precauciones que hay que tomar para contribuir en lo posible a mejorar la calidad de vida de estos niños que las padecen.